Disfraces

Nos gustaba disfrazarnos para salir de farra los sábados, aunque la ocasión no lo merecía, aunque no se celebrara nada. Nos gustaba disfrazarnos y creernos el disfraz, adoptar el rol y ser lo que no éramos.
Hacíamos fines de semana monográficos, todos de perro, todos de payasos, todos piratas. Hasta el día en que nos disfrazamos todos de chicas reventadas. Yo me puse un vestido entallado y Paco estaba preciosa con su minifalda. Empezamos jugando y hoy somos pareja estable. Lo único triste es que dejamos de disfrazarnos los fines de semana.

[Rodolfo Yohai]

A sangre fría

El mosquito traza semicírculos en el centro de la habitación. Alas matizada de colores translucidos y ojos color verde metálico tornasol. Ese mosquito flaco vino para picarme, estoy seguro. Primero dio varias vueltas de reconocimiento sobre mi cabeza sin quitarle ojo al lustre de mi calva. Lo oigo zumbar y me quedo quieto, con el cigarrillo en la boca. Después de un rato se posa insolente sobre mi mano derecha que está sobre el antebrazo de sillón de lectura, frota sus patas traseras. Con la izquierda tomo el libro, apunto lo mejor que puedo. Este me mira con un gesto fisgón. Detiene el frotado de las patas, y el muy perverso me pica sobre una vena. Calculo la distancia con el libro y lo aplasto de un golpe.

–Muere, maldito mosquito– dije apretando el libro contra el dorso de mi mano.
El golpe lo reventó, salpicando de sangre la pasta de libro, mi mano y el antebrazo del sillón. Y entonces, sonriendo, con el libro en alto por si veía otro. Fui a enjuagarme la sangre.
No pude, al ver toda esa sangre en mi mano me di cuenta que ese desdichado mosquito era sangre de mi sangre. Y yo lo había asesinado a sangre fría.



[R.Yohai]

YA NI LA CHIFLA

La vieja vecina de enfrente estaba en la ventana como todos los días. Doblando la esquina llegaba el afilador en su bicicleta y silbando alegremente su ‘Chiflo’ de ida y vuelta.


Buenos días, dijo el afilador.

¿Tiene usted algo que afilar?

-Pues... creo que no.

¡Ah, sí! Espere, ¿Podría usted afilarme la lengua? Es que la tengo un poco gastada.


[Rodolfo Yohai]




EL GUSANO

El gusano se asomó, estirándose entre bostezos, y con una voz apenas audible dijo algo que no entendí. Lo aplasté con la uña y me acabé el durazno. No hallé familia que le llorara.


[R.Yohai]

Me dicen el abandonado

Toda la vida me he sentido abandonado. Fue culpa de ella, doctor. La muy desdichada me dejó allí, desnudo y se fue sin decirme una sola palabra; pinche cigüeña.




[R.Yohai]