LLAMADO A LA SOLIDARIDAD


Doña Prudencia prepara bolsones, bolsas y bolsitas. Alista minuciosa los paquetes con alimentos no perecederos y ropa casi nueva. La donación ya está dispuesta. Entonces, como todos los meses, reza. Pide que alguna catástrofe asole la próxima localidad donde pueda hacer gala de su incondicional devoción al prójimo.

[Débora Benacot]